¿Sería Isaac Newton catedrático en una Universidad española?

El curso académico está a punto de acabar y este año, en el seno interno del grupo de investigación al que pertenezco, han ocurrido dos grandes acontecimientos: la obtención de la plaza de catedrática de Universidad por parte de una compañera y la lectura de la Tesis Doctoral de un joven investigador. Indudablemente, ambos acontecimientos han supuesto una gran alegría para quien les escribe porque, además de los fuertes lazos personales que me unen a las personas implicadas, los méritos alcanzados por estos dos compañeros a lo largo de su carrera profesional les hacen de sobra justos merecedores del reconocimiento obtenido.

Sin embargo, y seguramente debido a que hace pocos días se cumplieron 20 años desde aquel mes de Junio del año 1992 en el que pisé por primera vez el departamento donde actualmente desempeño mis labores docentes e investigadoras, tras celebrarse la oposición a la cátedra anteriormente citada eché una mirada al pasado y el semblante me cambió… no me gusta cómo ha evolucionado la composición tanto del grupo de investigación como del enorme departamento universitario al que pertenezco. Me explico.

Si la memoria no me falla, en aquel glorioso año olímpico la plantilla del departamento estaba formada por 2 catedráticos de Universidad, unos 7 profesores titulares y más de 15 becarios de investigación tanto predoctorales como postdoctorales. Pasados 20 años la composición del departamento es totalmente diferente, por no decir opuesta, existiendo 15 catedráticos, 6 profesores titulares y un número escaso de jóvenes investigadores con beca o contrato de investigación vigente… y parte de esta situación, solo parte, me preocupa.

Teniendo en mente escribir este post, la semana pasada puse el tema de la composición de los departamentos universitarios encima de la mesa tanto en el mundo 1.0, con diversos compañeros de trabajo, como en el 2.0 con diferentes personas con las que tengo contacto a través de Twitter, Facebook, etc. y hubo opiniones para todos los gustos.

Que si mucho capitán y poco soldado, que si ahora catedrático puede ser todo el mundo, que si los catedráticos deben tener capacidad de liderazgo en el grupo, que con este sistema de pirámide invertida la investigación tiende a desaparecer, que si un catedrático debe ser “excelente” (¿?)… el debate fue intenso y hoy me gustaría expresar mi opinión en este post.

Para comenzar ya les digo que no pienso, ni mucho menos, que sea un problema que el número de catedráticos de un departamento supere, duplique o triplique al de profesores titulares. ¿Por qué?

En primer lugar porque la Universidad pública, a la hora de hablar de cátedras y titularidades, no es una empresa con una estructura jerarquizada y cualquier profesional que cumpla los méritos establecidos por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) para acceder al Cuerpo de Catedráticos de Universidad tiene el derecho a serlo, independientemente de que en tu propio departamento existan uno u cien catedráticos que previamente hayan alcanzado esos méritos… aunque hay algo que me gustaría decir acerca de esos méritos.

En mi opinión, el acceso al cuerpo de catedráticos no debe ser ni lo suficientemente fácil de forma que cualquiera pueda llegar a serlo sin haber realizado una importante y reconocida labor docente e investigadora, ni algo tan imposible que sea más difícil ser catedrático que conquistar Mordor… y ese sistema pondrá con el tiempo a cada uno en su sitio, aunque no soy de los muchos que piensan que con el modelo actual el ser catedrático es solamente cuestión de tiempo y todo el mundo llega a conseguirlo haga lo que haga a lo largo de su carrera.

Sin embargo, y a pesar de que a nivel general el tipo de méritos que se tienen en cuenta por la ANECA para la concesión de la acreditación están claros (publicación de artículos científicos en revistas internacionales de prestigio, participación en proyectos de investigación, gestión académica, docencia en diferentes niveles académicos, pertenencia a comités editoriales de revistas científicas, etc.) personalmente echo en falta más transparencia en la cuantificación de dichos méritos, debiéndose establecer un baremo de forma que al enviar el curriculum a la ANECA se tuviera una idea muy aproximada de cual iba a ser la decisión de la Agencia…y reduciendo la incertidumbre actual que rodea a alguna de sus decisiones y que convierte el proceso de acreditación, según algunos, en una auténtica ruleta rusa.

Pero no creo que sea justo culpar a la ANECA de algunas cosas que he leído esta semana. En uno de los más intensos debates que se produjo en las redes sociales, se habló de la existencia de un lado oscuro a la hora de evaluar esos méritos por parte de la ANECA con una clara tendencia a favorecer a ciertas Universidades, ya que según algunos es muy llamativo que existan algunos centros donde el número de cátedras concedidas a miembros de un departamento es elevadísimo y, sin embargo, existan otras Universidades donde el mismo departamento está compuesto por un solo catedrático e infinidad de profesores titulares…y, aunque sí que es cierto que hay algo que me preocupa en esto como explicaré a continuación, no estoy de acuerdo con esas sospechas hacia la ANECA ya que solo indican desconocimiento del sistema de adjudicación de cátedras.

La Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación no concede cátedras, ni titularidades, a ninguna Universidad ni a ningún departamento universitario. La evaluación de los méritos se produce a título personal y, una vez obtenida la acreditación para acceder a formar parte del cuerpo de catedráticos por parte del interesado, es su Universidad la responsable de convocar una oposición (a la que puede presentarse cualquier persona que tenga dicha acreditación) a catedrático en el Área correspondiente… y ahí residen las diferencias entre unas Universidades y otras a la hora del número de catedráticos que forman parte de cada departamento.

Mientras unas Universidades apuestan por una política que consiste en convocar oposición cada vez que uno de sus profesores obtiene la citada acreditación a catedrático, otras por el contrario restringen al máximo el número de promociones aunque la Agencia haya evaluado positivamente al candidato, por lo que es posible que un profesor titular tenga varios años el visto bueno de la ANECA para ser catedrático pero su Universidad no convoque, por diferentes razones, la oposición correspondiente.

Creo que esta disparidad de criterios entre Universidades no es muy coherente ya que no entiendo cómo un profesional con unos méritos acreditados por un organismo oficial para ser catedrático lo sea o no según la Universidad a la que pertenezca. Por un lado, el perjuicio al docente e investigador es evidente tanto desde el punto de vista profesional como económico y, por otro, desde el punto de vista institucional no veo muy lógico que el departamento de Física (es un ejemplo al azar) de una Universidad tenga un catedrático y 40 profesores (muchos de ellos con la evaluación positiva para ser catedrático en sus manos) y el mismo departamento en otra universidad tenga 40 catedráticos y un profesor titular… pero no culpemos de ello a la ANECA.

Pero el debate que más me sorprendió fue el que se estableció acerca de las cualidades que debe tener un profesional universitario para ser catedrático. Se habló de liderazgo, excelencia investigadora, capacidad para lograr financiación… pues tampoco estoy de acuerdo. ¿Por qué? Porque no se debe confundir la figura del investigador principal de un grupo de investigación con la del catedrático.

Antiguamente, cuando solamente existía un catedrático y una línea de investigación por departamento, estas dos figuras convergían en una sola. Sin embargo, actualmente eso no ocurre en muchos departamentos universitarios donde no solamente existen varios catedráticos que pueden pertenecer a una misma línea de investigación, sino también diferentes líneas de investigación compuestas, entre otros, por distintos catedráticos.

Según el modelo actual, ¿necesita un catedrático tener dotes organizativas, ser un líder, poseer capacidad para encontrar recursos económicos, saber redactar buenos proyectos de investigación o lo que puede ser más difícil de todo, tener mano izquierda para solucionar los diferentes problemas profesionales y, sobre todo personales, que puedan aparecer dentro de un grupo de investigación? Pues un catedrático no… pero  un investigador principal sí.

¿Y se puede llegar a ser catedrático sin ser el investigador principal de una línea de investigación? Sí. No es requisito indispensable, aunque sí valorable por la ANECA, el dirigir una línea de investigación para obtener la acreditación a catedrático… pero les puedo asegurar que para esas cualidades a las que me he referido anteriormente son imprescindibles en el investigador principal de un grupo de investigación.

También es cierto que tras la obtención de la cátedra muchos investigadores deciden escindirse del grupo de investigación donde se encontraban ubicados decidiendo abrir nuevas líneas de investigación para ser ellos los investigadores principales, pero también es cierto que en la situación actual por la que estamos pasando veo más coherente fortalecer líneas de investigación convenientemente escogidas donde la presencia de varios catedráticos con experiencia y un currículum “de peso” puede aportar mucho al grupo liderado por un buen investigador principal.

Sí, lo sé. A estas alturas del post, y si se han fijado en el titulo de este artículo, estarán ustedes preguntándose qué pinta en todo esta historia Isaac Newton, el considerado por muchos como el “mejor científico de la historia” pero a su vez uno de los hombres de ciencia más conflictivos, célebre por sus disputas con todos aquellos que le llevaran la contraria o que, simplemente, se atreviesen a tener una pequeña discusión con él… y que además era incapaz de trabajar con nadie siendo calificado como un genio manipulador, arrogante, hostil por los grandes historiadores.

Pues bien, aunque previamente he afirmado que se puede llegar a ser catedrático sin tener todas las cualidades de un buen investigador principal, también es cierto que un profesional no puede progresar actualmente en el escalafón académico universitario sin formar parte de un equipo de investigación. Así, es prácticamente imposible que se te concedan proyectos si no estás integrado en un buen grupo investigador, es muy difícil obtener resultados para ser publicados en las más importantes revista científicas si no estás rodeado de otros investigadores, no se puede disponer de las más modernas infraestructuras científicas sin contar con el curriculum de otros científicos que apoyen la petición de aparatos… el trabajar en equipo es condición imprescindible hoy en día en prácticamente todos los sectores profesionales y la carrera universitaria no iba a ser menos.

En definitiva que aunque seas un genio, como sin duda era Sir Isaac Newton, si no formas parte de un equipo de investigadores con objetivos comunes, la posibilidad de disponer de un curriculum que sea valorado positivamente por la ANECA para obtener la cátedra es prácticamente inviable, y qué quieren que le diga que ustedes no sepan del gran Newton. O porque no sabía, o porque no quería, lo de trabajar en equipo no iba con Sir Isaac…  y mucha lo que se dice mucha mano izquierda no tenía el genio inglés.

Concluyo. Al principio del post les dije que la composición actual tanto de los departamentos universitarios como de los grupos de investigación que los forman me preocupa. Pero no nos equivoquemos, no por la alta presencia de catedráticos en muchos de ellos, sino por la base de la pirámide… y es que lo que está ocurriendo con los jóvenes investigadores españoles no tiene nombre.

Pero de eso, y desde un punto de vista diferente al que se está hablando últimamente, trataremos dentro de poco. No, no hablo de lo que ocurrirá cuando esos catedráticos vayan jubilándose y no haya sucesión al no estar entrando savia nueva en los departamentos, sino de otra cosa. Porque a mí eso de que de este país solo hay tres salidas para un investigador “por tierra, por mar y por aire”… como que tampoco lo tengo muy claro.

Jose

PD: Como habrán visto de la palabra «excelencia» tan de moda en la Universidad no he querido hablar, y no porque no tenga nada que decir, todo lo contrario, sino porque me la reservo para el post sobre Bolonia… ya se imaginarán lo que me produce oirla.

Nota: Este post forma parte de la serie “La Maratón Universitaria” a la que ustedes pueden acceder pinchando en este enlace.

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41 respuestas a ¿Sería Isaac Newton catedrático en una Universidad española?

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  3. Rodrigo dijo:

    Perdón que me desvíe un tanto del foco del post.

    Me gusta como metáfora y arrancador del comentario, pero en realidad creo que Newton no entraría ni al sistema científico. Y esto *no por su escasa habilidad para relacionarse* sino porque el sistema actual es mucho más competitivo en términos formales que el de la época de Isaac. De hecho, hoy en el mundo científico hay también gente que se lleva como mil infiernos con los demás pero a pesar de ello siguen dentro. Pero si aplicamos los filtros de requerimientos formales (títulos, tiempos, etc.) e informales (edad, qué estoy haciendo con mi vida, para qué estudié tanto y ahora esto, etc.) que tienen que pasar hoy los jóvenes investigadores, el resultado es que incluso *muchos de los \”viejos\” catedráticos no entrarían hoy al sistema científico*.
    Por supuesto, se supone que al aumentar la demanda (candidatos a un puesto/beca) pero no la oferta (plazas y montos de becas/posiciones) es esperable que suba los requerimientos para acceder a dichos puestos. Probablemente lo mío sea una simplificación de las cosas, pero es muy probable que si pusiéramos a los grandes profesores, catedráticos, investigadores principales en el lugar de Newton en esta metáfora, *muchos de ellos no cumplirían los requisitos básicos para acceder a una beca*. Por lo tanto es complicado comparar distintas épocas con la misma vara. Aunque como dije, me gustó como disparador para tu post.
    Saludos! – Rodrigo

  4. Después de leer tu magnífico post, he respirado tranquilo. Ya empezaba a preocuparme estar siempre de acuerdo contigo. Hoy he visto que, afortunadamente, discrepamos en según qué cosas. Y ya sabes tú a qué me refiero. Gracias por mantener mi anonimato… 😉

  5. la ANECA, aY!!!! la ANECA y sus ambiigüedades.

  6. Tendría que pasarse unos cuántos años dando clases en una universidad española para alcanzar suficiente puntuación en el apartado de docencia. No creo que le interesase, y la gestión menos.

  7. andresrguez dijo:

    Como bien pone el artículo, muchos profesores realicen lo que realicen en su carrera acabarán siendo catedráticos en un momento u otro y ese es un gran problema en la actualidad, de profesores que eran muy buenos hace años pero que en cuanto llegaron a la plaza se apalancaron o directamente amparándose en libertad de cátedra… se olvidan de dar clase y hacen un paripé para cubrir las horas.

  8. tete-eme dijo:

    Perdone mi cinismo, pero en realidad ¿para qué iba a querer ser catedrático ese buen hombre? La cuestión me parece tan absurda como preguntarse si sería bombero o futbolista…

  9. exiliado dijo:

    Newton nunca hubiera sido catedratico en una univerdiad española por el simple hecho de que, al desarrollar su carrera cientifica fuera de España, no estuvo ‘calentando la silla’ y esperando su turno.
    Firmado: un joven investigador exiliado

  10. eulez dijo:

    Nada de acuerdo con lo de los catedráticos y su número. Que ahora mismo exista el derecho de serlo está bien, desde luego, pero el problema no es esto, es la falta de estructura del sistema y de los departamentos. ¿Qué es ser un Catedrático? ¿Un Profesor Titular pero que cobra más? Se deduce de la comparativa que haces con los investigadores principales: no hay ninguna necesidad de que exista esa figura, salvo en casos excepcionales.

    En muchas universidades extranjeras, que funcionan muy bien, existe uno o unos pocos «Professors» que se dedican a dirigir el cotarro, a ser los responsables de lo que se hace, a buscar y administrar dinero, etc. Y luego hay muchos curritos, muchos, por debajo. Entiendo que no es necesario tener a todo el mundo jodido en el plano laboral, pero eso no significa que todo el que aguante carros y carretas acabe siendo Catedrático. Esto no tiene sentido, tiene que haber una pirámide, no todo el mundo puede ser «jefe». Ya existe la figura de Profesor Titular y el Catedrático debería ser algo especial, normalmente ligado a tareas más públicas y de dirección, más que al curro de base en sí. Eso, o alguien con méritos extraordinarios, como sería en el caso de Newton. Pero claro, todo esto no encaja nada de nada con el sistema y con las acreditaciones de la ANECA.

  11. María dijo:

    Actualmente en mi Universidad y concretamente en mi departamento existe una especial histeria alrededor de todo esto… te encuentras gente que lleva años metido en la universidad que no termina de cumplir los requisitos o que lo hace por los pelos mientras que hay otros que piden la acreditación llevando unos tres años como titulares. Estoy de acuerdo con que puede haber todos los catedráticos que tenga que haber, pero como ejemplo en mi grupo somos 5 personas, sólo yo estoy en el laboratorio y tres de los cuatro «jefes» han pedido la acreditación. Me alegro por ellos, pero aún estoy esperando que se preocupen por la estabilidad del grupo, su crecimiento, etc, y veremos si al final no terminan discutiendo a la hora de preparar el proyecto que tienen que presentar para la obtención de la cátedra (tres personas, una sola línea de investigación y no pueden presentar el mismo proyecto…) en conclusión, voy a presenciar peleas de gallos para ser el «jefe de la manada» que a fin de cuentas es la idea que siguen teniendo muchos respecto a la cátedra.

  12. Genial entrada, seguro que el debate previo también fue estupendo.

    Me parece muy acertada tu distinción entre «catedrático» y «jefe de grupo», que en España no son ni mucho menos la misma cosa. En lo que discrepo es en cuanto al número de cátedras.

    Mi opinión es que en España no se premia, ni se ha premiado nunca, la excelencia investigadora. Ser un gran cientifico o rascarse los genitales a dos manos no tiene ni premio ni perjuicio personal, de modo que cada uno se exige lo que considera oportuno. Así he tenido profesores que trabajan de sol a sol y otros que iban a dar sus clases y punto. No se recompensaba a los buenos ni se castigaba a los malos. En mi opinión ya sea con cátedras, con pluses, o con lo que les de la gana se debe premiar al que lo hace bien y crear una cierta competitividad entre los profesores. Aunque esto de la competitividad está muy mal visto en la España moderna no tiene nada de malo incentivar el esfuerzo y la calidad y recompensarla apropiadamente. Eso ya se hace en centroeuropa, UK, USA, Japón y todos los países punteros en investigación y ciencia. Aquí en Austria a jefe de grupo o catedrático no llega la mayoría y por serlo te pagan mucho más que a un profesor, se te exige responsabilidad y se te recompensa de manera acorde. Así se consigue que la gente se esfuerce de por vida por llegar ahí y la calidad de la ciencia es impresionante.

    Y también la ANECA no es criticable en muchas cosas, pero en otras es para meterle fuego. El tiempo que tiene uno que dedicar a fotocopiar papers, mandar cursos y gilipolleces semejantes es una barbaridad. Tiempo pagado del bolsillo del contribuyente, que no se olvide. También el hecho de que puedas tener un Nobel, pero tengas que rellenar la parte de «otra formación» con cursos de Word y gilipolleces semejantes para conseguirla es una absurdez de dimensiones estelares.

    Hala, gracias por permitirme el desahogo. Un abrazo.

  13. Betawriter dijo:

    La ANECA y chiringuitos autonómicos de evaluación son la prueba de dos cosas: de que no confiamos en nosotros mismos y de que los títulos que emitimos no valen un pimiento. Resulta que después de años de investigar y obtener lo que toda la vida había sido considerada la prueba por excelencia de tu capacidad investigadora, la tesis doctoral y haberla defendido ante un tribunal en ocasiones internacional, no sirves ni para entrar como ayudante doctor. Eso, mientras has visto a muchos titulares y catedráticos que no saben hacer la o con un canuto y que no han escrito un artículo de investigación por sí mismos en su vida.

    La ANECA utiliza criterios aparentemente justos y democráticos, pero en el fondo son opacos y totalmente manipulables: todos lo sabemos. 4 JCR dan la máxima puntuación en el apartado de investigación, cosa que ningún recién acabado en 4 años de beca tiene, pero 2 ó 3 JCR no tienen por qué dar un 50 ó un 75% de la puntuación. Depende, claro. Tampoco hace falta sacar puntos en todos los apartados, sino sólo un mínimo, de manera que uno puede centrarse en la investigación, que vale muchísimo más, pero si luego no tienes docencia, por ejemplo, te tiran justificando que tu currículum tiene algunas carencias como por ejemplo, docencia.

    Lo de siempre: un sistema disfrazado de aparentemente justo, que puede manipularse (y así se hace) a conveniencia. La misma gente con los mismos méritos ha tenido evaluaciones diferentes en intentos consecutivos, y muchos esperan a los cambios de tribunales para reintentarlo. España: el país donde poco depende de mí y mucho de los demás. El país de la lotería y los milagros.

    Así tenemos la ridícula y mafiosa situación de plazas en universidades esperando a ser sacadas en cuanto se acredite uno de los suyos. En qué quedamos, ¿de verdad hace falta sacar una plaza o no? ¿Cómo puede llamársele a eso una oposición, si están esperando a que te acredites para convocarla y encima luego empiezan los problemas cuando fulanito de otra universidad y con mejor currículum que «el elegido» coge y se presenta por sorpresa?

    Y tenemos otra situación muchísimo más triste y ridícula: gente con buenísmo expediente, tesis doctoral excelente, y experiencia investigadora intachable que ha acabado la tesis en 4 años con su beca (ése era el objetivo) pero que no logra acreditarse y, por tanto, no puede seguir en la universidad como ayudante doctor y tiene que marcharse a trabajar una empresa.

    Pregunta, ¿cómo hará esa persona para acreditarse en el futuro si ya no puede dar clase, ni investigar, ni hacer nada que pueda aumentar sus méritos según un baremo construido para la gente de dentro?

    Sin embargo, gente que lleva de profesora interina o contratada con proyectos de grupos con dinero, puede mejorar sus méritos fácilmente, e incluso pedirse una licencia para dedicarse, con un 100% de sueldo y quitándole la docencia completa, a sacarse la tesis. Eso cobrando el doble, en algunas ocasiones y universidades, que los becarios. Y con un plazo mucho más largo (a cuántos conocemos que llevan 10 años y más «sacándose la tesis»).

    Que sí, que lo podemos disfrazar de lo que queramos, pero el sistema universitario español y el invento de la ANECA son intentos de justificar que todo esto es democrático y en base a méritos, cuando todo el mundo sabe que las plazas siguen siendo para quien se quiere que sean.

    Y lo dicho: que las universidades y sus títulos de doctor no valen un pimiento. No sólo lo sabemos oficiosamente, sino que la existencia de la ANECA y tener que acreditarse «otra vez» lo hace oficial.

    ¿Tan complicado es sacar concursos de méritos (eso es lo único que son, porque no hay oposición alguna) claros, concisos, y medianamente objetivos, con pruebas de presentación oral estilo conferencia o dar una claes, para que las plazas sean efectivamente para los mejores, y no para «los de dentro»?

    Por lo visto, sí.

    Saludos.

    • Rafael Soler dijo:

      Te ha faltado incluir la IMPORTANTE puntuación que dan las becas. Becas que sólo conceden a los licenciados en los 5 años anteriores a la finalización de los estudios. Con lo que si resulta que has trabajado durante ese periodo y luego has decidido empezar la tesis doctoral, olvídate de conseguir ninguna beca.

      Por supuesto la experiencia laboral no sirve para nada (o casi) porque los «NO académicos» no tienen nada que enseñar a los «cerebros de la universidad»

  14. Betawriter dijo:

    Por cierto que ya sé que me he ido del debate a un par de escalafones por debajo, pero mucho me temo que será igual a todos los niveles.

    En cuanto a catedrático, deberíamos ir olvidando lo que significaba en el pasado, eso es todo. Una cátedra ya no es una cátedra. Punto. En estos momentos no significa absolutamente nada más que profesor titular++, o sea un profesor titular con algunos años que decidió no pasar completamente de la investigación y cobra más. Los méritos pueden haber consistido en realmente investigar o co-firmar artículos de becarios de compañeros a los que ni siquiera conoce. Eso la ANECA no lo evalúa.

    En cuanto a su número. ¿Qué más da? Si los catedráticos se dedicaran mayoritariamente a investigar, sería una noticia excelente que los grupos tuvieran muchísimos catedráticos. ¿No debería ser un grupo lleno de investigadores con experiencia y grandes méritos ser completamente maravilloso y puntero en su campo?

    Otra cosa es que muchos no se dediquen a investigar, sino a otros menesteres. Pero ése es otro problema, efectivamente.

    Saludos.

  15. locke dijo:

    Uiiiiis que falacia más gorda…

    » cualquier profesional que cumpla los méritos establecidos por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) para acceder al Cuerpo de Catedráticos de Universidad tiene el derecho a serlo, independientemente de que en tu propio departamento existan uno u cien catedráticos que previamente hayan alcanzado esos méritos»

    Usted sabrá que una condición necesaria no implica que sea suficiente, siendo algo que hay que demostrar aparte. Una habilitación, que es lo que hace la ANECA, implica que esa persona pueda ser catedrático (condición necesaria) pero en ningún momento se establece el derecho a que lo sea (condición suficiente).
    Ej. Yo tengo un titulo de ingles que me habilita para ser profesor de esa lengua, sin embargo no me puedo presentar en la escuela de idiomas y exigir que me den una plaza de profesor…

    La cátedra es el máximo puesto que puede alcanzar un investigador en su carrera, siendo una distinción que no conlleva competencias extra, por ello solo debería de alcanzarla aquella gente que aporta algo más a la universidad, puesto que si todo el mundo es catedrático la distinción en si deja de tener sentido.

    • Hola Locke,
      Creo que no compartimos el mismo concepto de falacia. Hace mucho me explicaron la diferencia entre condición necesaria y suficiente pero, como le he comentado a MAnuel, no es el caso. Dices que «hay que demostrar aparte»…¿exactamente eso donde lo pone? ¿En qué real decreto? ¿En qué normativa? Lo digo porque en el sistema actual el profesional no tiene que demostrar nada más una vez acreditado salvo en la oposición.
      Finalmente el ejemplo de la Escuela de Idiomas creo que no es nada extrapolable al caso que nos ocupa…para nada.
      Un saludo

      • locke dijo:

        .
        » Dices que “hay que demostrar aparte”…»

        No he dicho eso en ningún momento, hay diferencia entre «debería» y «hay».
        De todos modos quizás debería notificarme en que RD o normativa aparece que la acreditación a un puesto garantiza la creación del puesto… y en su universidad además, por que la cátedra, que es un concurso de oposición para todos aquellos acreditados, puede salir en cualquier universidad pública del territorio nacional.
        Si esto no fuera el cachondeo que es en la practica, una cátedra podría utilizarse para atraer talento a una universidad. En la practica los acreditados suelen ser un grupo de presión al rectorado que fuerza la creación de unas plazas ya pre-concedidas, donde nadie o casi nadie entra a disputar la plaza por que ya se sabe que está dada de antemano. De está forma se conceden muchas cátedras a gente que no aporta nada más a la universidad, (la cátedra no aporta competencias) y cuyo mayor logro es haber peleado por alcanzar ese estatus durante mucho tiempo o simplemente llevar 40 años en la misma universidad…

  16. Iba a decir lo mismo que locke, que una condición necesaria no es una condición suficiente. En alguna universidad, sin embargo, han aplicado ese criterio y se ha llegado al despropósito (en mi opinión) de crear decenas y decenas de cátedras para gente de dudosa valía y que no aportan nada a la universidad, a costa de echar (literalmente) a los jóvenes científicos contratados bajo el auspicio de programas que prometían la estabilización de los contratos (Ramonesycajales, por ej). Ese es el problema que representa la pirámide invertida que no crees criticable.
    Y por ser puntilloso, locke dice también que la cátedra es el máximo puesto que puede alcanzar un investigador en su carrera. Pues no, existen muy prestigiosos investigadores fuera de la universidad (no digamos ya que no son catedráticos). Es más, te diría que proporcionalmente hay más fuera que dentro.

    • Pues ya que estamos voy a empezar a contestar por el final. Sé perfectamente, desde hace tiempo, que una condición necesaria no es una condición suficiente. Pero no estamos en este caso. Desde que te conceden la acreditación hasta que sacan la oposición no se le pide al candidato ningún otro mérito profesional por lo que coinciden lo necesario con lo suficiente.
      Por otra parte lo que digo en el post es que no se puede criticar a la pirámide por su parte de arriba en cuanto a si incidencia en la investigación de los grupos…pero sí por la base. Creo que dejo claro al final que lo de los jóvenes investigadores no tiene nombre así que no hay discusión en este punto.
      Por último eso de que hay decenas y decenas de catedráticos de dudosa valía…no lo veo.

      • Pues no estamos de acuerdo Jose. Se establecen unos requisitos mínimos que debe cumplir alguien que quiera optar a una plaza de catedrático durante una oposición y la ANECA evalúa los CVs para certificar si se cumplen los criterios mínimos, pero eso es distinto a que un candidato sea merecedor de un reconocimiento como el de la cátedra por el mero hecho de alcanzar esos requisitos mínimos. Yo puedo cumplir con los requisitos mínimos establecidos en una convocatoria para poder presentarme a una plaza de la universidad, o del csic, o del cuerpo nacional de policía, pero eso no me hace automáticamente merecedor de una de esas plazas. No se le pide al candidato ningún mérito? Entonces, para qué hacen una oposición? No, no es para distinguir entre candidatos, una oposición puede ser declarada desierta. Además, no tendría sentido distinguir entre candidatos cuando todos ellos han recibido la misma designación por parte de la ANECA, están acreditados o no lo están. Mal van las universidades haciendo catedráticos que cumplen requisitos mínimos. Luego ocurre lo de las decenas de catedráticos de dudosa valía en algunas universidades que dices no ver. En fin, no sé, basta con hacer una revisión a muchos departamentos de algunas universidades que han optado por el sistema «cátedras para todos» y darse cuenta de que muchos de esos nuevos catedráticos no superarían un proceso de reclutamiento de una universidad extranjera en su nivel de admisión más bajo.
        Un saludo,
        Manuel

      • Jose, decenas no lo sé, pero ya te contaré algún día los catedráticos que yo conozco y que no es que sean de dudosa valía, sino absolutamente ineptos. Y eso que yo no soy nadie, un mindundis de tres al cuarto y no conozco a casi nadie. Así que a saber lo que habrá por ahí. Y conste que me gustaría no tener que haber dicho lo que acabo de decir.

      • Si nos remontamos al sistema anterior a la existencia de la acreditación por ANECA, cuál fue el motivo que llevó a este sistema? Garantizar que no se daban los muy escandalosos casos que se estaban dando en la universidad española, en donde a uno le podían hacer catedrático a dedo sin poseer el más mínimo mérito demostrable. Para solucionar eso se establecieron unos requisitos «mínimos» (que creo que aquí es el término clave) que debía cumplir alguien que quisiese optar a una oposición de catedrático cuando la hubiese. Ojo, el sistema debería funcionar así. Un departamento llega a la decisión de crear una plaza de catedrático, se convoca la plaza y a ella se presentan todos aquellos que quieran optar a esa plaza, pero deben cumplir con unos requisitos mínimos evaluados de manera independiente. El sistema de acreditación por la ANEP funciona como un sistema independiente de garantías mínimas de los candidatos.
        No es un concurso de méritos al que envío los papeles que demuestran que cumplo con los requisitos exigidos y por tanto si se me evalúa positivamente estoy en mi derecho de ser reconocido con esa categoría y debo empezar a cobrar más.

      • Y con respecto a desligar (como me parece entenderte) la alta presencia de catedráticos en un departamento con la falta de jóvenes científicos, pues insisto, si el dinero es finito (y en la actualidad es más bien infinitesimal) se puede escoger entre pagar catedráticos a tutiplén, o contratar a jóvenes científicos que se incorporen al departamento.

      • Y por seguir metiendo el dedo en el ojo =:-D cuando dices que Newton no podría llegar a catedrático hoy en día en España porque es considerado un «genio manipulador, arrogante, y hostil», pareces estar describiendo a más de un catedrático de la actualidad (o profesor de investigación del csic, que para el caso). En muchísimos casos eso se valora muy positivamente y forma parte esencial de la carrera de las más preclaras mentes de la universidad española.

      • Betawriter dijo:

        A fuentedelaeternajuventud, sólo le puedo decir «chapeau». Yo tampoco tengo muchas dificultades para encontrar a demasiados catedráticos ineptos, y estoy hablando de aquellos que por sí solos no serían capaz de publicar ya no un JCR, sino un artículo medianamente coherente en inglés en su vida, o de convencer a un comité científico que sepa de su tema de la valía de su investigación, por ejemplo. Es fácil vender humo a comités de gente que no entiende del tema, o vender el mismo pescado durante décadas, especialmente si son conocidos.

        Sinceramente, creo que muchos catedráticos son el equivalente a los comerciales de las empresas o, en el mejor de los casos, a políticos de medio pelo, que se han convertido en especialistas de la palabrería compleja y vacía, y en dotarse de ese halo de superioridad absurda y rancio respeto y sumisión.

        No creo que ni fuentedelaeternajuventud ni yo seamos los únicos que dudemos de la valía de muchos catedráticos. Basta visitar el blog de la FANECA (a cuyos manifiestos se han adherido miles de conocedores del sistema por dentro), o las aventuras del blog de García Amado, también catedrático y conocedor de las universidades por dentro, muy crítico con el sistema. Meritocracia basada en buena parte en antigüedad, en puntos por gestiones, por carguetes inventados, por asistencia a cursos de pedabobos, negociación con los sindicatos, etcétera.

        Es lo que ha habido y lo que se quiere que haya es todavía peor:

        http://uniseria.blogspot.com.es/2011/06/notas-sobre-el-borrador-de-estatuto-del.html

        Como bien dicen en FANECA, la promoción de la mediocridad y de los de casa.

        Eso no quita para que haya catedráticos que sí cumplan, pero todos sabemos que el sistema sigue siendo una farsa a gran escala.

        ¿Alguien quiere saber cómo se contrata a un profesor en una universidad de prestigio de otros países? Se pone un anuncio con los requisitos mínimos que se exigen, y se publica en todos los medios posibles, a nivel mundial en muchos casos. Luego se verifican los datos aportados (título de doctor, publiaciones, etcétera), se invita al candidato a demostrar sus aptitudes divulgadoras/docentes/sociales y se elige al mejor, valorando además que tenga experiencia en variadas universidades. Si se quiere que la plaza sea permanente, se la tiene que ganar en base a sus méritos y compromisos con la institución. Punto.

        Basta con enviar un CV con dos hojas sin ninguna aplicación informática, ninguna agencia de acreditación de por medio, demostrar que se sabe el idioma hablando y haciendo una presentación y poco más.

        Repito, ¿tan complicado es? Todo depende de la ética del país, las instituciones y las personas, no de los artilugios de mediación que se inventen, como la ANECA, las acreditaciones y toda la demás parafernalia, y encima intentar convencer al personal de que todo es democrático y transparente.

        Saludos.

      • Gracias Betawriter. El sistema universitario español es una bazofia, creo que no hay muchas dudas al respecto. El sistema de acreditación por evaluación de la ANECA trató en su momento de establecer un filtro independiente que garantizase una calidad mínima en el sistema. Distorsionar eso y llevarlo a un sistema de reconocimiento de méritos que te permita progresar en el escalafón y cobrar más a costa de la salud de la universidad es otro típico ejemplo de aberración de las instituciones y del sistema.
        Pero como total, los que deciden cómo se gobierna la universidad no van a dejar de comer porque funcione mal, ni sus decisiones negativas para el funcionamiento de la universidad van a tener consecuencias para ellos, pues por qué no? Si yo me presento a rector de la universidad y prometo cátedras para todos los que cumplan los requisitos mínimos, a que salgo elegido? Y eso es bueno para la universidad?

      • multivac dijo:

        A ver señores, no discutir, que todos tenéis razón ;-P
        Yo creo que la clave está en que la ANECA te acredita para ser Catedrático de manera general, pero en la oposición se demuestran los méritos para obtener ESA CÁTEDRA en concreto, y puede darse que los requisitos sean superiores a los de la acreditación (de ahí que puedan declararse desiertas).

        Respecto a la estructura de pirámide invertida, estoy con fuentedelaternajuventud: con recursos finitos, a más jefes, menos remeros. Son habas contadas. Pero es que hay más: si la cátedra es una distinción a los mejores, no debería permitirse que hay casi infinitas cátedras. No todo el mundo puede ser el mejor, y si se permite que sea así, la distinción deja de tener sentido.

        Un saludo y enhorabuena por la entrada!

  17. Pingback: ¿Sería Isaac Newton catedrático en una Universidad española? | Grace To You

  18. Pedro Terán dijo:

    Aunque ya se ha comentado, insistir en que la acreditación de la ANECA no es el reconocimiento del «derecho a ser catedrático», sino un filtro previo necesario para presentarse a las oposiciones que se puedan convocar.

    «Desde que te conceden la acreditación hasta que sacan la oposición no se le pide al candidato ningún otro mérito profesional por lo que coinciden lo necesario con lo suficiente.»

    Joé, no estaría de más que explicaras qué carajo quieres decir. Para ser profesor colaborador hay que ser titulado, supongo que según tú con el título ya ganas el derecho a ser profesor colaborador y, nada, a esperar «hasta que sacan la oposición» (concurso en este caso).

  19. Betawriter dijo:

    Por cierto, la respuesta a la pregunta que da título al post es sencilla: Isaac Newton no sería catedrático en ninguna universidad española, ni tampoco titular, ni ayudante doctor. ¿Por qué? Porque no sabía español, catalán, valenciano, gallego o euskera. Si nos ponemos barreras entre nosotros para proteger nuestros chiringuitos locales, ¿cómo no íbamos a ponérselas a los de fuera?

  20. emulenews dijo:

    Conté la historia de cómo Newton logró su plaza, brevemente en cinco tuits; la repito aquí por si algunos no la conocen y quieren profundizar. Obviamente, la época de Newton (segunda mitad del s. XVII) era muy diferente a la actualidad.

    Resumo: Newton obtuvo su plaza de profesor (lo que sería hoy su plaza de catedrático) a dedo (por ser un genio, eso sí, pero a dedo).

    Isaac Barrow fue un niño prodigio que llegó muy joven a una plaza de profesor de matemáticas en Cambridge y siendo joven aún alcanzó la plaza más codiciada, la silla Lucasiana [la más codiciada entonces y ahora mismo]. Barrow es uno de los creadores del cálculo infinitesimal. Por ejemplo, demostró el teorema fundamental del cálculo (que relaciona derivación e integración) y obtuvo resultados importantes en derivación e integración que enseñó a su mejor alumno, el genial Isaac Newton. Barrow admiraba a Newton y su genialidad en matemáticas; varias veces afirmó en público que este alumno superaba a su profesor.

    En la época era muy ´típico que los grandes profesores abandonaran la docencia por la política cuando tenían una buena oportunidad para ello. Barlow decidió dar el salto siendo más joven de lo habitual. Con objeto de que Newton pudiera quedarse como profesor en Cambridge, Barlow decidió dimitir en 1669, incluso antes de haberse asegurado un cargo político, aunque sabiendo que no tendría problemas para lograrlo, con objeto de favorecer a Newton como candidato más firme para sustituirle en la silla Lucasiana, que de nuevo estaría ocupada por un brillante joven.

    Hoy en día la silla Lucasiana sigue siendo tan prestigiosa como entonces y ha sido ocupada por físicos tan famosos como Stephen Hawking (encumbrado a la portada de la revista Time cuando fue seleccionado para ocuparla).

    La historia la cuenta en más detalle cualquier biografía de Newton (o para los más osados, cualquiera de Barrow).

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  22. gabriel dijo:

    Bueno algunas cosas que suceden por allá son similares a las de aquí, sin dudas. En particular la permanente tendencia en reducir la base de la pirámide. Creo por otro lado que el concepto de ‘cátedra’ y ‘catedrático’ es totalmente anacrónico. Aquí sobreviven algunas unidades académicas que insisten en llamarse cátedras, pero pos las mismas razones que vos das ese concepto no representa a cómo se hace ciencia hoy dia, y desde hace ya bastante tiempo por cierto.

    Me refiero a que la ciencia es social, requiere de equipos de trabajo, como bien señalaste, y por lo tanto «El Catedrático» es lo más alejado de la realidad actual de la creación de conocimiento.

    Con respecto a Newton es claro que las consecuencias de su genio (=soledad o lo que sea que eso signifique) le hizo pagar muy caro la polémica sobre el descubrimiento del cálculo diferencial. En un ambiente académico formado por colaboradores y discípulos, donde se generan dinámicas muy enriquecedoras, probablemente Newton no hubiese dejado durante tanto tiempo sus principales hallazgos relegados al estatus de diario íntimo.

    Naturalmente esto es un vulgar ‘what if’ y además en matemática y física teórica la investigación es escencialmente más individual que en las otras ciencias, sin embargo me parece un ejercicio mental válido. Comparto tu análisis José.

    Como siempre, esto es un verdadero placer,

    Saludos.-

  23. A ver señores. No puedo contestar uno a uno porque sería eterno pero muchas cosas debo decir.
    Lo primero es que muchas gracias a todos por participar en este debate. Siempre he sido de los que prefiere que un post genere controversia a que tenga miles de visitas pero sin aportar mucho. Además gracias por hacerlo en los término s que lo habéis hecho.
    Ahora me toca expresar mi pinión en varios sentidos.
    1) Aunque no soy becario veo dia a dia a muchos de ellos en situación agónica y sufro por ello. Sin embargo, creo que no debemos caer en la demagogia y para mí decir que, como sale de la misma caja, el dinero que se gasta en promocionar profesores titulares a catedráticos es el mismo que el que se podría invertir en becarios es falacia… y de las gordas. ¿Quiere eso decir que prefiero promociones a estabilizar becarios? Claro que no…pero no caigamos en esas cosas.
    2) Creo que he dicho claramente en el post que pienso que el problema para potenciar la investigación está en la base de la pirámide más que en la cima. SI becarios ni mano de obra especializada el sistema se para…quien quiera ver otra cosa en mis palabras es libre.
    3) Yo, al igual que vosotros, conozco muchos catedráticos que se tocan las narices (no en mi departamento) pero no conozco ni uno que haya logrado ser catedrático tocándoselas.
    4) No pienso que un profesor titular que no pegue palo al agua llegue a ser catedrático con el paso del tiempo y sin más esfuerzo…pero también pienso que muchos que no llegarán deberían serlo porque hay méritos que ahora mismo no se valoran y deberían ser mucho más valorables.
    5) He dicho en un comentario (creo que a Fuentedelaeternajuventud) que tras ser acreditado el profesor titular debe pasar la oposición y si la gana obtendrá la cátedra…y en el actual sistema ese es el camino.Si no gusta, pues que lo cambien, pero es el que hay. Extrapolar eso a casos como el de la escuela de idiomas o al titulado creo que es demagogia sin sentido.
    6) Creo que está suficientemenet claro en el post que mi opinión de que Newton no sería catedrático no es por ser un “genio manipulador, arrogante, y hostil” sino porque no formaría parte de ningún grupo de investigación, cosa actualmente impresciendible…otra cosa muy distinta es que le diera igual serlo o no.
    7) «Muchos catedráticos son el equivalente a los comerciales de las empresas o, en el mejor de los casos, a políticos de medio pelo»… no, no pienso así. Lo siento… o no.
    8) Decir que el catedrático es el jefe del departameto es vivir en otra época y que solo debería existir uno que sea excelente y demás creo que es quedarse en el pasado.
    9) Repito: El catedrático no está en el vértice superior de ninguna pirámide…es el investigador principal el que lo está cuando se habla de gruos de investigación. El que haya más o menos catedráticos no debería influir negativamente en el desarrollo de la investigación del grupo…sino todo lo contrario.
    10) Betawriter ha dicho :»En cuanto a catedrático, deberíamos ir olvidando lo que significaba en el pasado, eso es todo. Una cátedra ya no es una cátedra. Punto. En estos momentos no significa absolutamente nada más que profesor titular++, o sea un profesor titular con algunos años que decidió no pasar completamente de la investigación y cobra más. Los méritos pueden haber consistido en realmente investigar o co-firmar artículos de becarios de compañeros a los que ni siquiera conoce. Eso la ANECA no lo evalúa. En cuanto a su número. ¿Qué más da? Si los catedráticos se dedicaran mayoritariamente a investigar, sería una noticia excelente que los grupos tuvieran muchísimos catedráticos. ¿No debería ser un grupo lleno de investigadores con experiencia y grandes méritos ser completamente maravilloso y puntero en su campo? Otra cosa es que muchos no se dediquen a investigar, sino a otros menesteres. Pero ése es otro problema, efectivamente. PUES ESA ES MI OPINIÓN..EXACTAMENTE ESA.
    Gracias a todos!!
    Jose

    • Pues contestemos por partes.
      Yo no diría que tener más catedráticos vaya en detrimento de los becarios, pero sí es evidente (y nada demagógico) que si se crean plazas de catedrático que hay que financiar, la universidad no dispondrá de dinero para financiar por ejemplo plazas de contratado doctor para sus RyC y demás. Eso pasa ya, hoy en día, en universidades españolas que firman un compromiso de estabilización pero a la hora de la verdad prefieren gastar la pasta en tener contentos a los que te sustentan que a las jóvenes promesas por llegar.
      Yo sí conozco catedráticos que han llegado ahí tocándose las narices y tocando otras partes de la anatomía a los demás. De hecho, ahí están sus pobres CVs para acreditar que salvo dejar pasar algo de tiempo, poco más han hecho. Hay catedráticos que en su carrera científica son superados muy ampliamente por contratados doctor del mismo departamento. No es vergonzoso?
      No creo que sea demagógica la comparación con el doctor que podría reclamar su derecho a plaza de titular. Tu argumentación es que si un titular cumple con los requisitos mínimos que le permiten obtener la acreditación de la ANECA, debería ser «promocionado» a catedrático. Pero en realidad, la acreditación no deja de ser un certificado de cumplir con requisitos mínimos. No implica que necesariamente se deba crear una plaza de catedrático, ni que tenga que ser en tu departamento, ni que tenga que ser para ti, ni que estés realmente cualificado para obtener esa cátedra.
      La situación actual de la universidad es penosa y todos los intentos que se han hecho a lo largo de los años para cambiarla se topan con el rechazo de los propios implicados, porque al final a todo el mundo le interesa más mantener el estado de las cosas para obtener provecho, que cambiar a un sistema en el que no saben cómo acabarán.
      Gracias a ti por poner sobre la mesa el debate!
      Manuel

      • Manuel,
        Mi argumentación o es esa sino «si has cumplido los requisitos que te ide la ANECA para poder optar a catedrático pues que se convoque la oposición a ver si la logras»…que es distinto a «si has cumplido los requisitos que te ide la ANECA para poder optar a catedrático que se te promocione a catedrático»
        Por otro lado sigo pensando que no se puede decir que como todo sale de la misma caja entonces lo que se le da a los catdraticos es lo que se le quita a los becarios…
        Pero en lo que sí estoy de acuerdo contigo, aunque este es otro debate que no se debe mezclar con el propuesto en el post, es en que «La situación actual de la universidad es penosa y todos los intentos que se han hecho a lo largo de los años para cambiarla se topan con el rechazo de los propios implicados» … y sabes por qué? Porque desde el momento que la Universidad está gestionada por universitarios que luego vuelven a sus departamentos todas las decisiones que tomen están mediatizadas..todas.
        Un abrazo!!

      • Betawriter dijo:

        Muy interesante el debate, aunque sigo viendo un fallo de base. Se supone que una oposición es la creación de una plaza *necesaria* donde se elige a la persona mejor preparada con criterios medianamente objetivos, o así debería, ¿no?

        Pero la cosa no funciona así. En primer lugar, se trata de la *transformación* de una plaza, no de creación de una nueva y necesaria. Pocas cosas cambian tras ganar un catedrático su plaza, salvo su sueldo. En segundo lugar, no es una oposición, es un concurso de méritos. En tercer lugar, el concurso lleva nombre y apellidos desde el principio a efectos reales.

        Porque la realidad en la mayoría de los casos es: fulanito, de la institución, está deseoso de subir de escalón y cobrar más y se dedica a conseguir los méritos necesarios para acreditarse, de manera justa o injusta, avanzando el mundo de la investigación o cogiendo cargos varios, eso es indiferente mientras sirva para acreditarse. Cuando la persona en cuestión «está lista», se convoca «la oposición». La gana, pasa a ser catedrático y ya está. En caso contrario (raro), se repetirá el proceso hasta que la gane.

        Pregunta, ¿me equivoco en mi análisis? Si es así, por favor, corríjaseme. Si mi análisis es cierto, acéptese ya de una vez la pantomima en lo que hemos convertido todo esto y cuánta gente y organismos se han implicado (y cuánto dinero y tiempo tirado a la basura) para lo que no es más que una subida de sueldo interna con su formalidad asociada.

        Como digo, todo esto no quita para que haya de todo: mucho catedrático politiquillo pero también otros que simplemente se han dedicado a sus obligaciones y merecidamente han conseguido la subida de sueldo. El problema es que los primeros abundan demasiado y yo sí los veo. Demasiado. Será que he tenido mala suerte tras conocer tres grupos de investigación de cerca donde se han repetido los patrones.

        Esto tampoco quita para que reconozcamos que titulares y catedráticos, tras años de trabajo del más alto nivel en muchos casos, cobren una AUTÉNTICA MISERIA y todo el mundo desee ser catedrático y cobrar sexenios a costa de lo que sea, especialmente cuando mucho personal del PAS para el que no se requiere titulación universitaria siquiera, y con unas responsabilidades y trabajo que dan la risa floja COBRAN MÁS QUE CUALQUIER PROFESOR. Pero ése es otro debate, supongo. Aunque puede explicar parte del asunto.

        Respecto a si el dinero de catedráticos se podría emplear mejor en más becarios que mejoraran las investigaciones e hicieran al grupo más productivo y competitivo, seguramente sí.

        Lo que está claro es que en nuestro país basta ofrecere un incentivo económico o de liberación de carga de trabajo para que todo el mundo se lance a por él y acabe pervirtiéndo su cometido. Yo conozco aspirantes a catedrático que venderían a su madre por ello. Y conozco a personal docente que ha empleado 48 horas de stress infinito (presentando papeles, etc) para cobrar unos complementos docentes anuales de 60 euros, mientras usan las transparencias de hace 10 años para sus clases.

        No sé de quién será la culpa, pero así somos. Es lo que hay.

        Saludos.

  24. nataliamunozrujas dijo:

    pufffff complicado, con la mala gestión que hay….

  25. Carlos dijo:

    Hola. En los ultimos 30 años ha habido varios tipos o vias para la obtencion de una Catedra de Universidad. El anterior sistema de Habilitacion resulto nefasto y carisimo para la Universidad y los que concursaban. El sistema actual de Acreditacion hay que reconocer que es objetivo ya que un Comite de Expertos (salen sus nombres y CV en Aneca internet ) evaluan los meritos investigadores, docentes y de gestion del que se opresenta a acreditar. Miran «con lupa» los meritos y espediente y bajo mi punto de vista piden mucho. En las Guias de Ayuda de Aneca indica que para que la Comision acredite +a un solicitante tiene que reunir 80 puntos como minimo, siendo el maximo 100. Ahi no vale que te recomiende tal o cual Catedratico o que tu padre y familiares sean Catedraticos o cosas popr el estilo que se dice poduian pasar años atras; no esta esto contemplado o no es baremable. La Comision es pluridisciplinar dentro de un area de conocimiento y con un importamte bagage e historial universitario y cereo que la evaluacion se hace colegiada y a viva voz entre los miembros de la Comision. creo que sin un largo historial como Prof Titular investigador + sexeniosde investigacion y quinquenios docentes no puedes acreditarte.
    Lo que no puede ser es lo que pasa actualmente.. El Ministerio de Educacion en Madrid puede acreditarte a Catedratico de Univerdad pero una vez obtenido , que es lo dificil; en tu Universidad(ni en ninguna otra) no te tramitan el Concurso de Acceso a Catedratico de Universidad debido al decreto «de Rajoy» de dic. del 2011 de congelacion de oposiciones de funcionario.
    Un Profesor puede haberse esforzado muchisimo en acumular meritos y CV , se Acredita como Catedratico por el Ministerio y luego no opuede ejercer como Catedratico por no le permiten concursar.
    Creo que se tendria que darse difusion en España , que estan bloquedas las opsiciones a Catedratico por el plan de ajustes economicos del Gobierno y congelacion de oposiciones. Lo tendria que saber la gente no involucrada en la enseñanza universitaria ,que desde hace tiempo y lo que queda en España no va ha haber Catedraticos. La enseñanaza Universiataria se realizara por otros Profesores que les sale mas barato pagar a la universidad y al Gobierno. Una verguenza y lacra para este pais repleto de corruptos, politocos ineptos+corruptos, enchufismo y colcacion de puestos a dedo,. No se como hay gente que pone en duda la Acreditacion universitaia, sera por que no han pasado por ella.Yo si he pasado y se lo que me ha costado.No conozco ningun acrexdiatdo que diga que le regalaron eso, todos tienen muchos meritos y años dedicados a ello

  26. Joven de 30 dijo:

    Me gusto tu articulo mucho pero me gustaria que nos dijeras que necesitas para ser un buen catedratico y no solo para ser el investigador principal.

    Aunque de momento estoy en otra cosa te confieso que en secreto me encantaria ser catedratico, ya que estudié una maravillosa carrera cientifica, disfruto dar clases y aunque suene extraño hasta las actividades culturales que ofrece la vida académica son únicas. ( hablan de libros y van a conciertos)

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